Conociendo a Magiech
Los invito a leer como se divide mi vida personal y profesional
Mariana Guillén Echeverri (Magiech)
Soy de la época de los 90, nacida el día internacional de la mujer (8 de marzo, para el que no sabe) Siempre fui una niña extrovertida, poco tímida, muy habladora y muy amorosa. Me considero una persona sincera, cordial y humilde. Tengo 27 años y soy Lcda. en Enfermería.
Hace 6 años desempeño como enfermera y madre. Pues recién ejerciendo vino a mi mundo, mi hija Paula Camila, para llenar de más responsabilidades a mí día a día, mi esposo, mi núcleo familiar conformados por ellos dos, pero mi familia es un poco más grande.
Cuando inicie el camino como estudiante de enfermería realmente no sabía lo que se venía, pues en mi familia no hay enfermeras (o que yo supiera) así que en realidad me lance a un abismo. Recuerdo el primer día de clases (a nadie le gustaba usar uniformes, a mí en realidad no me incomodaba la idea, solo que siempre me queda enorme la ropa) estaba súper perdida, no sabía ni entendía nada de lo que la profesora hablaba, de jeringas, horas, dilución, compromiso, responsabilidad, peligro, en fin, muchas cosas que realmente me saturaron, a medida que pasaba el tiempo yo seguía ahí, pero aun sin comprender muchas cosas (me salve Dios si preguntaba algo lógico) pues aunque no me guste hablar mal de mis colegas, son muchos los que no tienen el sentido de enseñanza, así que poco a poco y por interés propio fui aprendiendo. Sim embargo, las pasantías era lo que más me gustaba, pues aunque no sabía muy bien la teoría, siempre he sido buena en la práctica, tuve mucha ayuda de compañeros y la ayuda era recíproca. Termine de amando mi profesión en el último semestre, ya cuando te dan más responsabilidad y realizas acciones propias de un profesional (pero con la ventaja de que aun eres estudiante).
Muy pronto al culminar la primera etapa T.S.U (Técnico Superior Universitario) comencé a trabajar, en un hospital público y en ocasiones como instrumentista para una casa comercial de traumatología (nunca me ha gustado el quirófano, confieso) en esos tiempo aún era soltera y sin hija. Así que mi vida aún estaba light, pues podía durar horas y hasta días trabajando, planificando mis guardias para salir a toques de música, conciertos, reuniones, en fin a vivir mi juventud con un 15 y último. He aprendido que el enfermero (a) no tiene que tener una personalidad específica, pues en mi caso, o lo que he aprendido, somos muchas las personalidades y formas de ser que hay en la misma, pero lo que nos une y mantenemos en un solo criterio es el amor por la profesión.
A mí me encanta la música reggae, me encanta el arte, la lectura fantasiosa, las películas, bailar a mi manera (si es reggae mejor) hablar y tomar café. Ups casi lo olvido, me encantan los tatuajes, los pantalones rotos y ser rebelde, estas características no tienen que ver con una enfermera, pero conmigo si, aprendí que mi forma de ser (mi estilo) lo guardo para mis momentos libres, pero mientras ejerzo mantengo un estandarte, una disciplina y una presentación agradable para el paciente. Recordemos que no todos pensamos igual y opinamos parecido.
En el 2011 cuando mi vida de madre, esposa y enfermera chocaron, fue algo caótico. Solo las colegas entenderán lo difícil que es manejar eso tres ámbitos y saber actuar ante cualquier situación. Bendito sea el hombre o mujer que puede tolerar lo turnos de esta carrera, así como las situaciones que se presente, debemos mantener siempre confianza y tolerancia el uno con el otro (se lee fácil, pero no lo es) son muchas las ocasiones en que uno está fuera de casa por muchas horas, por lo que el tiempo que le dedicamos a nuestros hijos, esposos (as) o familia (incluidos padres) debe ser de calidad. Muchas son las veces que me ha tocado y me seguirá tocando estar de post guardia, cansada y con sueño pero que prefiero ir a una reunión o compartir con mi familia, no me importa cuadrar y planificar mi vida sexual, no me importa así sea reventada llegar y hacer tarea con mi hija y para sumar estrés, en esa época realice mis estudios para ser licenciada.
Con mucho esfuerzo, peleas, desacuerdos, cansancio, angustias, dinero, amor, tolerancia, respeto, comunicación y apoyo de mis allegados, lo logre, ahora soy licenciada, aunque aún me falten logros, pero poco a poco se pueden lograr las cosas.
Esta soy yo, en un resumen de mi vida, espero que los lectores puedan entender que a veces o muchas veces lograr nuestras metas no son fáciles, la vida de un profesional de enfermería no es fácil, pues debemos constantemente demostrar nuestros conocimientos, estamos en constantes evaluaciones, estrés y compromisos, pues como le dije antes, somos la cabeza del equipo de salud pero también tenemos una vida personal que no debemos descuidar, debemos valorar todo lo que nos rodea, dejar el estrés de la casa en casa y el estrés del trabajo en el trabajo. Sepamos balancear las cosas, para disfrutar ambos campos.