I´m a Nurse from Venezuela
Mi nombre es Mariana Guillén, tengo 27 años de edad, de los cuales durante 6 años me he desempeñado como enfermera profesional en el área de cuidados críticos en un hospital público, en mi país Venezuela.
Ciertos momentos de vida me hicieron decirme por estudiar una carrera que para muchos no es la ideal en cuestión de obtener dinero. Desde muy pequeña me enfermaba por todo y hasta por nada o eso dice mi madre en sus relatos, dice que muchas veces estuve hospitalizada, tengo muchos recuerdos a medida que iba creciendo de ir al hospital a nuestra consulta anual con el pediatra, en ellos también tengo guardado esos momentos donde nos colocaban vacunas o nos llevaban a sacar sangre y nunca, repito, nunca (o por lo menos que yo recuerde) llore por dolor o miedo, lo contrario, me gustaba ir al laboratorio o al médico, me divertía ver al personal, el olor a alcohol, el uniforme de los médico, los consultorios, en fin, todo el ambiente me resultaba curioso y tentador.
Creo que lo que determino mi decisión por enfermería en vez de medicina, fue cuando en la vida de mi familia ocurrió un evento muy significativo para todos. Mi Padre, creo que cuando yo tenía 12 años sufrió digamos un "accidente" (o así lo llamamos nosotros) donde él fue víctima del hampa en mi país. Lo que realmente importa en esta historia es que mi papá logro sobrevivir, y eso, gracias al trabajo de muchos equipos de salud. Como eso sucedió justo cerca de mi cumpleaños, donde estaba mi padre no dejaban pasar a menores de edad y fue un enfermero el que me dejo pasar y verlo por 2 minutos, eso para mí fue impresionantemente amable.
Luego con el pasar de los años y acercandose el momento en que hay que decidir que estudiar… Decidí la carrera Enfermería, ni idea de lo que me venía, pues aunque no es Medicina, igual hay que estudiar mucho, y hasta más. En mis años de estudiante, me enamoró el hecho que la enfermera es la cabeza de la familia en el equipo de salud, son las que de una u otra forma hacen que todo marche al son que tiene que marchar. De ahí, su importancia, para ser una enfermera de vocación con conocimientos bien afinados y dar el ejemplo se debe poner no solo corazón, también empeño para demostrar que la enfermera es tan profesional como cualquiera, a su vez para tener una satisfacción propia, personal y espiritual.
Al comenzar ejercer, me di cuenta que la remuneración de la enfermera no es económica, es más espiritual que otra cosa, pues un gracias vale mil veces más que otra cosa, ver a los paciente evolucionar positivamente gracias a tus cuidados no tiene precio, y aunque a veces el resultado es otro, también nos queda la sensación de que pudimos hacer lo mejor y lo más correcto para cada una de las situaciones. Es por esto que he creado el blog, para impartir el conocimiento que tengo a mis colegas sucesores y a toda aquella persona que quiera obtenerlo, espero que sea interactivo lleno de críticas constructivas, debates y opciones. Espero les guste, y pues, téngame paciencia, es mi primera vez, así que espero me valla bien. Me despido por hoy, que Dios me lo bendigan y nos vemos pronto.